Se formó hace millones de años cuando los árboles prehistóricos fueron enterrados por sedimentos y protegidos en un ambiente bajo en oxígeno. A través del tiempo, el agua rica en minerales pasó a través del sedimento, reemplazando la planta original con sílice, calcita, pirita y otros materiales como el ópalo en un proceso increíblemente lento llamado permineralización. Este proceso tiene una duración de millones de años, durante los cuales los restos orgánicos son reemplazados por minerales y luego reemplazados por piedra.

Esta madera petrificada del Sahara occidental es un tipo de fósil que se forma cuando la madera orgánica se mineraliza a lo largo de millones de años, reemplazando sus componentes orgánicos con minerales. Este proceso de petrificación convierte la madera en una estructura de piedra con la misma forma y textura que la madera original, pero con una composición química completamente diferente.

El ámbar es una resina fósil de origen vegetal, a menudo proveniente de coníferas, fosilizada durante millones de años. Su color varía desde el amarillo pálido hasta el marrón profundo, y a menudo es translúcido. El ámbar es famoso por sus inclusiones, huellas de plantas, insectos u otras materias orgánicas atrapadas en la resina. Ha sido utilizado desde la Antigüedad para la fabricación de joyas.

Alectryonia es un género de bivalvos fósiles caracterizados por sus conchas en forma de media luna o de herradura. Estas conchas suelen ser muy distintivas, con una superficie exterior acanalada y detalles estructurales complejos. Las especies del género Alectryonia vivieron durante el Mesozoico, principalmente en el Jurásico y el Cretácico.

Estos moluscos eran organismos marinos bentónicos, lo que significa que vivían en el fondo del océano. Por lo general, estaban adheridos a sustratos duros como rocas o conchas de otros organismos. Las Alectryonia se alimentaban filtrando partículas orgánicas del agua a través de sus branquias.

El Basilosaurus es un género extinto de mamíferos marinos que vivió durante el Eoceno, un período geológico que se extiende desde hace 56 a 34 millones de años. Aunque su nombre sugiere parentesco con los lagartos, el Basilosaurus es en realidad un ancestro de los cetáceos, un grupo que incluye hoy en día a las ballenas, delfines y cachalotes. Tenía un cuerpo alargado que generalmente alcanzaba una impresionante longitud de 15 a 20 metros, lo que lo convertía en uno de los depredadores marinos más grandes de su época.

El ámbar es una resina fósil de origen vegetal, a menudo proveniente de coníferas, fosilizada durante millones de años. Su color varía desde el amarillo pálido hasta el marrón profundo, y a menudo es translúcido. El ámbar es famoso por sus inclusiones, huellas de plantas, insectos u otras materias orgánicas atrapadas en la resina. Ha sido utilizado desde la Antigüedad para la fabricación de joyas.

El mosasaurio es una especie extinta que vivió hace unos 70 a 66 millones de años. Era un depredador carnívoro con una cabeza masiva con mandíbulas potentes y dientes cónicos afilados. Su cuerpo era fusiforme, adaptado para la natación rápida, y podía alcanzar hasta 17 metros de longitud.

El mosasaurio también tenía aletas poderosas para propulsarse en el agua, así como escamas hidrodinámicas para reducir la resistencia. Cómo respiraba aire, debía subir regularmente a la superficie para respirar, pero era capaz de permanecer bajo el agua durante largos períodos.

El megalodón (Carcharocles megalodon) es una especie extinta. Se estima que llegaba a medir hasta 18 metros de longitud, un peso hasta las 50 toneladas y tenía una fuerza de mordida que podía superar los 10 toneladas.
Su período geológico fue el Mioceno tardío (23 - 2.6 millones de años).

La amonita Cleoniceras besaiei de Madagascar es una especie de fósil de cefalópodo que pertenecía a la familia de los Hoplitidae y fue reclasificado en la familia de los Parahoplitidae en 2009. Este molusco prehistórico vivía en los mares poco profundos de la época del Cretácico. Este cefalópodo tenía una concha en forma de espiral con cámaras internas, que le permitían controlar su flotabilidad y moverse en el agua. Eran animales marinos y se desplazaban por el agua usando sus tentáculos para nadar.