El topacio London Blue es una variedad de topacio, una gema de la familia de los silicatos. Su color distintivo es un azul profundo, que puede variar desde azul medio hasta azul oscuro. El tono azul intenso de esta piedra preciosa se debe a la presencia de trazas de hierro en su estructura cristalina.

Desde un punto de vista científico, el topacio London Blue pertenece a la clase de minerales compuestos por fluoruro de aluminio. Su fórmula química es Al₂SiO₄(F,OH)₂. 

El ónix es una variedad de ágata de color oscuro, con tono en este caso verde. Está compuesto por sílice y tiene origen volcánico. El ónix se forma en deposiciones de sílice a bajas temperaturas, al filtrarse agua rica en sílice por las grietas de otras rocas. El color de este ónix se parece mucho al verde de una esmeralda de alta calidad.

La cornalina es una variedad de calcedonia, una forma de cuarzo, que se distingue por su color rojo a naranja translúcido u opaco.  Ha sido apreciada desde la antigüedad por su belleza, dureza y propiedades esotéricas.

Mineralógicamente, la cornalina está compuesta principalmente por dióxido de silicio (SiO2). Su color rojo a naranja se atribuye generalmente a la presencia de óxidos de hierro, mientras que su translucidez es el resultado de la dispersión de la luz a través de su estructura microcristalina.

La amatista es la variedad púrpura de la familia del Cuarzo. Es su variedad de gemas más famosa y valiosa. Su color se debe a la presencia de impurezas de hierro en ambientes geológicos específicos, como vetas en rocas ígneas y sedimentarias. Su formación revela procesos naturales fascinantes que la convierten en una joya única y apreciada.

La madera petrificada de Araucaria es un tipo de fósil de madera que se originó a partir de árboles del género Araucaria, que florecieron principalmente durante la era Mesozoica. Este tipo de madera petrificada se forma a través del proceso de fosilización, que implica la infiltración de minerales en la madera orgánica. En el caso de la madera petrificada de Araucaria, la sílice es uno de los minerales comúnmente implicados en este proceso. Con el tiempo, estos minerales sustituyen gradualmente la materia orgánica de la madera, conservando su estructura original pero convirtiéndola en una roca petrificada. Este proceso puede tomar millones de años y resulta en una estructura que conserva los detalles y características de la madera original, pero con una composición mineralizada.

La madera petrificada de Araucaria es un tipo de fósil de madera que se originó a partir de árboles del género Araucaria, que florecieron principalmente durante la era Mesozoica. Este tipo de madera petrificada se forma a través del proceso de fosilización, que implica la infiltración de minerales en la madera orgánica. En el caso de la madera petrificada de Araucaria, la sílice es uno de los minerales comúnmente implicados en este proceso. Con el tiempo, estos minerales sustituyen gradualmente la materia orgánica de la madera, conservando su estructura original pero convirtiéndola en una roca petrificada. Este proceso puede tomar millones de años y resulta en una estructura que conserva los detalles y características de la madera original, pero con una composición mineralizada.

Contempla la belleza translúcida del cristal de cuarzo, revelando un mundo dentro de sus profundidades cristalinas. La delicada mano de la naturaleza ha pintado intrincados patrones dendríticos, semejantes a helechos delicados congelados en el tiempo. Cada rama es un testimonio de la lenta danza de fluidos ricos en minerales, creando una tapicería de belleza exquisita.

Las propias dendritas suelen estar compuestas de otros minerales, como manganeso u óxidos de hierro, que han cristalizado en patrones intrincados semejantes a helechos. Estas formaciones ocurren cuando los fluidos ricos en minerales se filtran en las grietas del cristal de cuarzo y se solidifican lentamente con el tiempo.

El nácar, también llamado madreperla, es una sustancia orgánico-inorgánica, ya consolidada, dura, blanca, brillante y con reflejos irisados o iridiscentes.

Forma la capa interna del caparazón de muchos moluscos, razón por la que diversas de estas especies lo segregan de manera considerable para reparar sus caparazones dañados o encapsular objetos extraños dentro del organismo, mecanismo que es utilizado por los recolectores de perlas.