Las ágatas son minerales que sirven para asentar las energías y aportar equilibrio físico, emocional e intelectual a la persona. Ayudan a centrar y estabilizar la energía física.
Tienen el poder de armonizar el ying y el yang, fuerzas positivas y negativas, además de calmar y aliviar.
Psicológicamente facilita la aceptación de uno mismo fomentando la autoconfianza, ayuda a mejorar la concentración, la percepción y las habilidades analíticas de uno mismo.
Emocionalmente te ayuda a superar la negatividad y la amargura del corazón, sana la ira interna y fomenta el amor y el coraje.
A nivel curativo, el ágata estabiliza el aura eliminando o transformando las energías negativas.