Los granates son minerales formados por silicatos complejos con una composición química rica y diversa. Su amplia gama de colores, que va desde intensos rojos hasta verdes vibrantes y amarillos cálidos, depende de los elementos que los conforman, haciendo de cada ejemplar una pieza única. Con una dureza de 6,5 a 7,5 en la escala de Mohs, destacan por su durabilidad y resistencia.
Estos fascinantes minerales se encuentran principalmente en esquistos y gneises metamórficos, donde se forman bajo condiciones de presión y temperatura excepcionales. Su brillo característico acentúa su belleza natural, convirtiéndolos en gemas muy apreciadas en el mundo de la joyería, tanto por su estética como por su versatilidad en diseños refinados.