El zafiro de Ceilán es una variedad de corindón, compuesto principalmente de aluminio y oxígeno, con trazas de elementos como hierro y titanio, que le confieren su distintivo color azul. La tonalidad azul característica se debe a la presencia de iones de hierro y titanio en la estructura cristalina del mineral.

Formados en condiciones geológicas específicas, a menudo en rocas metamórficas ricas en alúmina, estos cristales de corindón se forman lentamente durante millones de años bajo altas temperaturas y presiones. Los zafiros de Ceilán son conocidos por su excepcional claridad y color vibrante, que puede variar desde azul claro hasta azul profundo.

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Las huellas finamente trabajadas de una hoja crean un patrón orgánico que evoca la delicadeza y la belleza natural. La piedra de Azabache, de una tonalidad profunda y cautivadora, ocupa el centro de esta composición, insuflando elegancia natural y una energía única a esta creación.

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Las huellas fieles de una hoja, meticulosamente grabadas en la plata, crean un patrón orgánico que evoca la delicadeza de las hojas. La piedra de aguamarina, de un azul celeste cautivador, ocupa el centro de esta composición, aportando una elegancia natural a esta joya refinada.

El cuarzo ahumado es una variedad de cuarzo que se caracteriza por su color marrón oscuro a negro, que se asemeja al humo. Su color se debe a la presencia de impurezas de irradiación natural de minerales como el aluminio y el litio. A diferencia de otras variedades de cuarzo, como el cuarzo transparente o el cuarzo rosa, el cuarzo ahumado tiene una apariencia más opaca.

La apatita es un mineral que pertenece al grupo de los fosfatos. Es conocida por su amplia variedad de colores y se encuentra en diversas rocas y depósitos alrededor del mundo. La apatita es un mineral clave en la formación de los huesos y dientes en humanos y animales, ya que contiene fósforo, un elemento esencial para la vida.

El ónix u ónice es una variedad de ágata de color oscuro, con tonos que van del negro al rojizo, y con bandas blancas alternadas. Está compuesto por sílice y tiene origen volcánico. La palabra ónix proviene del griego "onux" y significa "clavo" o "garra", en referencia a su color. El ónix se forma en deposiciones de sílice a bajas temperaturas, al filtrarse agua rica en sílice por las grietas de otras rocas.

La obsidiana dorada ocurre debido a inclusiones de gases que quedan en las capas de formación de la roca volcánica obsidiana, estos pequeños gases ocurren a manera de puntos que le dan un brillo dorado a la roca.

Se cree que la obsidiana dorada es particularmente adecuada para la videncia. También que es ideal para equilibrar los campos de energía y liberar el ego. La naturaleza reflexiva de la obsidiana la convierte en una de las primeras piedras utilizadas en la meditación autorreflexiva, el crecimiento interno y la autocomprensión.