La obsidiana nevada, también conocida como obsidiana copo de nieve, es una variedad de vidrio volcánico natural formado por el enfriamiento rápido de lava félsica rica en sílice. Este proceso rápido impide la cristalización, dando lugar a una sustancia vítrea y amorfa. La obsidiana nevada se distingue por sus características manchas blancas o grises sobre un fondo negro brillante, creadas por inclusiones de cristales de feldespato o cristobalita.

Este material se forma principalmente en entornos volcánicos donde las erupciones producen lava viscosa, como los flujos de lava riolítica o los domos de lava. 

La serafinita es un mineral del grupo de los silicatos, específicamente una variedad de clorita rica en hierro y magnesio. Su nombre proviene del término "serafín", en alusión a su apariencia angelical y su brillo sedoso. Este mineral se caracteriza por su color verde oscuro, con patrones únicos que recuerdan a plumas o helechos debido a las inclusiones fibrosas de clorita.

La serafinita se encuentra comúnmente en depósitos metamórficos, donde se forma a partir de la alteración de minerales de alta temperatura en presencia de fluidos ricos en hierro y magnesio. Su estructura cristalina es monoclínica y presenta una exfoliación perfecta, lo que facilita su división en láminas delgadas.

La serafinita es un mineral del grupo de los silicatos, específicamente una variedad de clorita rica en hierro y magnesio. Su nombre proviene del término "serafín", en alusión a su apariencia angelical y su brillo sedoso. Este mineral se caracteriza por su color verde oscuro, con patrones únicos que recuerdan a plumas o helechos debido a las inclusiones fibrosas de clorita.

La serafinita se encuentra comúnmente en depósitos metamórficos, donde se forma a partir de la alteración de minerales de alta temperatura en presencia de fluidos ricos en hierro y magnesio. Su estructura cristalina es monoclínica y presenta una exfoliación perfecta, lo que facilita su división en láminas delgadas.

* Foto tomada con luz blanca de fondo, luz no incluida.

La selenita es un mineral compuesto de sulfato de calcio dihidratado, representado por la fórmula química CaSO4 · 2H2O. Generalmente se forma en entornos donde el agua se evapora y puede encontrarse en depósitos sedimentarios o en yacimientos minerales asociados con fuentes termales o depósitos de yeso.

La selenita es muy frágil y no debe ser expuesta al agua. Para limpiarla físicamente puede usarse un pañito suave seco. La selenita se limpia a sí misma y otros cristales que estén cerca, sin embargo, es buena idea limpiarla de vez en cuando. Se puede poner a la luz del sol y la luna, sólo no dejarla por tiempo prolongado o se puede colocar cerca de otras piedras de limpieza como cuarzo blanco.

El cuarzo es un mineral compuesto por dióxido de silicio (SiO2), lo que significa que está formado por átomos de silicio y oxígeno. Es uno de los minerales más comunes en la Tierra y se encuentra en muchas rocas ígneas, metamórficas y sedimentarias. El cuarzo puede presentarse en diversas formas, incluyendo cristales transparentes u opacos. En varias ocasiones se encuentra con diferentes tipos de inclusiones de otros minerales.

Contempla la belleza translúcida del cristal de cuarzo, revelando un mundo dentro de sus profundidades cristalinas. La delicada mano de la naturaleza ha pintado intrincados patrones dendríticos, semejantes a helechos delicados congelados en el tiempo. Cada rama es un testimonio de la lenta danza de fluidos ricos en minerales, creando una tapicería de belleza exquisita.

Las propias dendritas suelen estar compuestas de otros minerales, como manganeso u óxidos de hierro, que han cristalizado en patrones intrincados semejantes a helechos. Estas formaciones ocurren cuando los fluidos ricos en minerales se filtran en las grietas del cristal de cuarzo y se solidifican lentamente con el tiempo.

Sumérgete en la serenidad del elemento Agua con nuestro brazalete de plata 925, realzado por una delicada grabación de olas que se extiende por todo el brazalete. En el corazón de esta creación, una pequeña piedra de amazonita captura la magia de un atardecer reflejado en el océano.

Las olas grabadas simbolizan el flujo incesante del agua, evocando la tranquilidad y la fuerza del océano. Cada detalle de la grabación captura la energía dinámica del agua, creando una pieza que celebra el elemento Agua en todas sus formas.

El cuarzo blanco se asocia con la claridad mental, la purificación y la energía positiva. Se cree que tiene la capacidad de absorber energías negativas y promover la armonía y el equilibrio en su entorno.

La fluorita multicolor es una gema fascinante y vibrante que exhibe una amplia variedad de colores en su estructura cristalina. También conocida como fluorita arcoíris, esta piedra preciosa presenta tonos brillantes y saturados que pueden incluir violeta, verde, azul, amarillo y rosa. Sus diferentes tonalidades se distribuyen en bandas o zonas dentro de la piedra, creando un efecto de arcoíris único y cautivador. La fluorita multicolor no solo es una joya hermosa, sino que también se valora por su capacidad para promover la concentración, la claridad mental y la energía positiva.