Estos aretes en forma de quetzal, cuidadosamente elaborado en bronce, son una obra maestra que combina la majestuosidad del quetzal. Inspirado en el emblemático ave de Costa Rica, el diseño captura la esencia y la gracia del quetzal, con sus largas plumas y sus detalles minuciosos.

El cuerpo del quetzal, realizado en bronce, destacado por su calidez y su textura rica. Cada pluma está meticulosamente detallada, reflejando la artesanía excepcional y el realismo cautivador. El acabado en bronce añade un toque de sofisticación y elegancia clásica, mientras que el cierre y el palito están hechos en plata 925 proporciona una durabilidad y comodidad.

Estos aretes en forma de grano de café, meticulosamente elaborados en bronce, combinan la calidez del bronce con la elegancia del cierre en plata 925. El diseño captura con precisión los detalles y la textura del grano de café, evocando la sensación auténtica de este símbolo tan querido.

La textura del grano de café se reproduce con un realismo impresionante, destacando las rugosidades y curvas naturales del grano. El brillo suave del bronce añade una calidez y sofisticación atemporal, mientras que el cierre en plata 925 ofrece un contraste elegante y asegura durabilidad y comodidad en su uso.

Los erizos de mar, también conocidos como equínidos o equinoides, han intrigado durante siglos. Estas criaturas marinas, de formas redondeadas y con espinas distintivas, han recibido apodos sugestivos como “erizo de mar” o “castaña de mar”. El término “Echinoidea” deriva del griego “Eckinos”, que significa literalmente “erizo”.

Aparecidos a finales del Ordovícico, hace aproximadamente 450 millones de años, los erizos de mar han evolucionado gradualmente formando una diversidad asombrosa, con unas 1000 especies descritas hasta la fecha, repartidas en más de 70 familias. Su envoltura mineral, generalmente esférica, actúa como una protección vital, llamada “caparazón”, que se fosiliza con el tiempo. Estos fósiles, a menudo adornados con patrones en forma de estrellas o incluso flores..

Los erizos de mar, también conocidos como equínidos o equinoides, han intrigado durante siglos. Estas criaturas marinas, de formas redondeadas y con espinas distintivas, han recibido apodos sugestivos como “erizo de mar” o “castaña de mar”. El término “Echinoidea” deriva del griego “Eckinos”, que significa literalmente “erizo”.

Aparecidos a finales del Ordovícico, hace aproximadamente 450 millones de años, los erizos de mar han evolucionado gradualmente formando una diversidad asombrosa, con unas 1000 especies descritas hasta la fecha, repartidas en más de 70 familias. Su envoltura mineral, generalmente esférica, actúa como una protección vital, llamada “caparazón”, que se fosiliza con el tiempo. Estos fósiles, a menudo adornados con patrones en forma de estrellas o incluso flores..

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Aparecidos a finales del Ordovícico, hace aproximadamente 450 millones de años, los erizos de mar han evolucionado gradualmente formando una diversidad asombrosa, con unas 1000 especies descritas hasta la fecha, repartidas en más de 70 familias. Su envoltura mineral, generalmente esférica, actúa como una protección vital, llamada “caparazón”, que se fosiliza con el tiempo. Estos fósiles, a menudo adornados con patrones en forma de estrellas o incluso flores..

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Aparecidos a finales del Ordovícico, hace aproximadamente 450 millones de años, los erizos de mar han evolucionado gradualmente formando una diversidad asombrosa, con unas 1000 especies descritas hasta la fecha, repartidas en más de 70 familias. Su envoltura mineral, generalmente esférica, actúa como una protección vital, llamada “caparazón”, que se fosiliza con el tiempo. Estos fósiles, a menudo adornados con patrones en forma de estrellas o incluso flores..

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Aparecidos a finales del Ordovícico, hace aproximadamente 450 millones de años, los erizos de mar han evolucionado gradualmente formando una diversidad asombrosa, con unas 1000 especies descritas hasta la fecha, repartidas en más de 70 familias. Su envoltura mineral, generalmente esférica, actúa como una protección vital, llamada “caparazón”, que se fosiliza con el tiempo. Estos fósiles, a menudo adornados con patrones en forma de estrellas o incluso flores..

Los erizos de mar, también conocidos como equínidos o equinoides, han intrigado durante siglos. Estas criaturas marinas, de formas redondeadas y con espinas distintivas, han recibido apodos sugestivos como “erizo de mar” o “castaña de mar”. El término “Echinoidea” deriva del griego “Eckinos”, que significa literalmente “erizo”.

Aparecidos a finales del Ordovícico, hace aproximadamente 450 millones de años, los erizos de mar han evolucionado gradualmente formando una diversidad asombrosa, con unas 1000 especies descritas hasta la fecha, repartidas en más de 70 familias. Su envoltura mineral, generalmente esférica, actúa como una protección vital, llamada “caparazón”, que se fosiliza con el tiempo. Estos fósiles, a menudo adornados con patrones en forma de estrellas o incluso flores..

Descubre la elegancia y sofisticación de nuestros pendientes en forma de corazón, cuidadosamente elaborados en plata 925 de alta calidad. Cada par está adornado con una magnífica concha paua en el centro, añadiendo un toque único e iridiscente a tu estilo.

La plata 925, conocida por su durabilidad y brillo, garantiza que estos pendientes serán una adición preciosa y duradera a tu colección de joyas. El diseño en forma de corazón simboliza el amor y la pasión, mientras que la concha paua, con sus reflejos cambiantes de azul, verde y violeta, ofrece una belleza natural y cautivadora a cada pieza.

Los saurópodos son un grupo de dinosaurios saurischios conocidos por su tamaño colosal, cuello largo, cola larga y cuerpos masivos con patas columnarias. Estos dinosaurios vivieron desde el período Jurásico hasta el Cretácico, hace aproximadamente entre 201 y 66 millones de años, y fueron uno de los grupos más exitosos y ampliamente distribuidos de dinosaurios herbívoros.

Los saurópodos se caracterizan por sus cuellos extremadamente largos, que les permitían alcanzar las copas de los árboles para alimentarse de hojas y otras vegetaciones altas. Su tamaño varía desde ejemplares más pequeños hasta gigantes como el Argentinosaurus, que es uno de los animales terrestres más grandes que jamás haya existido, con una longitud estimada de hasta 35 metros y un peso de más de 70 toneladas.

Los saurópodos son un grupo de dinosaurios saurischios conocidos por su tamaño colosal, cuello largo, cola larga y cuerpos masivos con patas columnarias. Estos dinosaurios vivieron desde el período Jurásico hasta el Cretácico, hace aproximadamente entre 201 y 66 millones de años, y fueron uno de los grupos más exitosos y ampliamente distribuidos de dinosaurios herbívoros.

Los saurópodos se caracterizan por sus cuellos extremadamente largos, que les permitían alcanzar las copas de los árboles para alimentarse de hojas y otras vegetaciones altas. Su tamaño varía desde ejemplares más pequeños hasta gigantes como el Argentinosaurus, que es uno de los animales terrestres más grandes que jamás haya existido, con una longitud estimada de hasta 35 metros y un peso de más de 70 toneladas.

Los saurópodos son un grupo de dinosaurios saurischios conocidos por su tamaño colosal, cuello largo, cola larga y cuerpos masivos con patas columnarias. Estos dinosaurios vivieron desde el período Jurásico hasta el Cretácico, hace aproximadamente entre 201 y 66 millones de años, y fueron uno de los grupos más exitosos y ampliamente distribuidos de dinosaurios herbívoros.

Los saurópodos se caracterizan por sus cuellos extremadamente largos, que les permitían alcanzar las copas de los árboles para alimentarse de hojas y otras vegetaciones altas. Su tamaño varía desde ejemplares más pequeños hasta gigantes como el Argentinosaurus, que es uno de los animales terrestres más grandes que jamás haya existido, con una longitud estimada de hasta 35 metros y un peso de más de 70 toneladas.

Ginkgo cranei es una especie extinta de árbol perteneciente al género Ginkgo, que vivió durante el período Cretácico tardío, hace aproximadamente entre 100 y 66 millones de años. Este género, conocido por su longevidad y resistencia, tiene un solo representante vivo hoy en día, Ginkgo biloba, conocido comúnmente como el árbol de los cuarenta escudos.

Ginkgo cranei se identifica a partir de fósiles encontrados principalmente en América del Norte, en formaciones geológicas que datan del Cretácico tardío. Los fósiles de Ginkgo cranei incluyen hojas, semillas y, en ocasiones, ramas. Las hojas son típicamente en forma de abanico, con una nervadura dicotómica que se asemeja a la de Ginkgo biloba, pero presentan diferencias en la morfología del margen..

Ginkgo cranei es una especie extinta de árbol perteneciente al género Ginkgo, que vivió durante el período Cretácico tardío, hace aproximadamente entre 100 y 66 millones de años. Este género, conocido por su longevidad y resistencia, tiene un solo representante vivo hoy en día, Ginkgo biloba, conocido comúnmente como el árbol de los cuarenta escudos.

Ginkgo cranei se identifica a partir de fósiles encontrados principalmente en América del Norte, en formaciones geológicas que datan del Cretácico tardío. Los fósiles de Ginkgo cranei incluyen hojas, semillas y, en ocasiones, ramas. Las hojas son típicamente en forma de abanico, con una nervadura dicotómica que se asemeja a la de Ginkgo biloba, pero presentan diferencias en la morfología del margen..

La amonita Cleoniceras besaiei de Madagascar es una especie de fósil de cefalópodo que pertenecía a la familia de los Hoplitidae y fue reclasificado en la familia de los Parahoplitidae en 2009. Este molusco prehistórico vivía en los mares poco profundos de la época del Cretácico. Este cefalópodo tenía una concha en forma de espiral con cámaras internas, que le permitían controlar su flotabilidad y moverse en el agua. Eran animales marinos y se desplazaban por el agua usando sus tentáculos para nadar.

Knightia es un género extinto de peces prehistóricos perteneciente a la familia Clupeidae, que también incluye a los arenques y sardinas modernos. Vivió durante el Eoceno, hace aproximadamente entre 56 y 34 millones de años, habitando principalmente en lagos de agua dulce, especialmente en la Formación de Green River, localizada en los actuales estados de Wyoming, Colorado y Utah en los Estados Unidos.

Morfológicamente, Knightia tenía un cuerpo alargado y comprimido lateralmente, midiendo típicamente entre 10 y 25 centímetros de longitud. Sus escamas cicloides eran lisas y redondas, y sus aletas pectorales estaban situadas en la parte baja del cuerpo, con una aleta dorsal en posición media. Sus mandíbulas y dientes estaban adaptados para consumir plancton y peces pequeños.

Phareodus es un género extinto de peces óseos que vivió durante el Eoceno, hace aproximadamente entre 56 y 34 millones de años. Este pez se encuentra comúnmente en formaciones geológicas famosas por sus fósiles bien preservados, como la Formación Green River en Wyoming, Estados Unidos. Los fósiles de Phareodus son conocidos por su excepcional estado de conservación, lo que permite un estudio detallado de su morfología y anatomía.

Phareodus era un pez depredador de tamaño medio, que podía alcanzar hasta 1 metro de longitud. Tenía un cuerpo alargado y comprimido lateralmente, con una boca grande equipada con dientes afilados, indicativos de su dieta carnívora. 

Knightia es un género extinto de peces prehistóricos perteneciente a la familia Clupeidae, que también incluye a los arenques y sardinas modernos. Vivió durante el Eoceno, hace aproximadamente entre 56 y 34 millones de años, habitando principalmente en lagos de agua dulce, especialmente en la Formación de Green River, localizada en los actuales estados de Wyoming, Colorado y Utah en los Estados Unidos.

Morfológicamente, Knightia tenía un cuerpo alargado y comprimido lateralmente, midiendo típicamente entre 10 y 25 centímetros de longitud. Sus escamas cicloides eran lisas y redondas, y sus aletas pectorales estaban situadas en la parte baja del cuerpo, con una aleta dorsal en posición media. Sus mandíbulas y dientes estaban adaptados para consumir plancton y peces pequeños.

La obsidiana plateada es una variedad de vidrio volcánico natural que se caracteriza por su apariencia negra brillante con reflejos plateados. Estos reflejos son causados por inclusiones microscópicas de cristales minerales o burbujas de gas que se formaron durante el enfriamiento rápido de la lava rica en sílice. Este rápido enfriamiento impide la formación de una estructura cristalina, resultando en una sustancia amorfa y vítrea.

La obsidiana plateada se encuentra principalmente en regiones con actividad volcánica, donde las erupciones producen flujos de lava viscosa.