El abulón es producido por los moluscos abulón. Son muy apreciadas por su belleza natural y su brillo iridiscente. A menudo se utilizan en la creación de joyas, como collares, pendientes y pulseras. Sus colores pueden variar desde el verde azulado hasta el rosa y el violeta, creando así patrones únicos y cautivadores.

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La madre perla blanca es un material orgánico exquisito que se forma en el interior de las conchas de ciertos moluscos, como las ostras y los mejillones. Conocida por su belleza natural y su brillo iridiscente, la madre perla blanca ha cautivado a lo largo de la historia a artistas y artesanos por su apariencia elegante y su capacidad para reflejar la luz de manera única.

Este material se caracteriza por su tono blanco radiante, que a menudo se ve adornado con sutiles tonalidades de rosa, dorado o azul. Su superficie lisa y brillante, combinada con su efecto óptico iridiscente, crea un efecto visual fascinante que le confiere un aspecto único y lujoso.

Su atractivo estético y su historia rica la convierten en un material altamente valorado y apreciado en todo el mundo.

El abulón es producido por los moluscos abulón. Son muy apreciadas por su belleza natural y su brillo iridiscente. A menudo se utilizan en la creación de joyas, como collares, pendientes y pulseras. Sus colores pueden variar desde el verde azulado hasta el rosa y el violeta, creando así patrones únicos y cautivadores.

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Este exquisito collar de plata tiene la forma elegante de una gota de agua, simbolizando la pureza y la fluidez. La forma suave y orgánica de la gota es una representación del ciclo vital del agua.

En el centro de la gota de plata, se encuentra incrustada una concha de abulón paua, conocida por sus deslumbrantes tonos iridiscentes que reflejan los colores del océano. La concha paua aporta una rica profundidad de color y un brillo natural al diseño.

Este hermoso collar de plata captura la esencia de la naturaleza en un diseño elegante y distintivo. El colgante representa un árbol finamente elaborado, con ramas delicadas y hojas detalladas.

En el fondo del árbol se encuentra una impresionante concha paua, con sus iridiscentes tonos que evocan los colores cambiantes del océano. La concha paua añade un toque de misterio y belleza natural a esta joya.

Estos rubíes de Madagascar son piedras preciosas de intenso color rojo/rosado que pertenece a la familia de los corindones. Desde el punto de vista científico, el rubí es una variedad de corindón compuesta principalmente por óxido de aluminio (Al2O3) con una alta concentración de impurezas de cromo (Cr3+) que son responsables de su distintivo color rojo.

El color del rubí puede variar desde un rojo rosado hasta un rojo sangre, dependiendo de la cantidad de impurezas de cromo presentes en el cristal. Cuanto mayor sea el contenido de cromo, más valioso se considera el rubí. Algunos rubíes también pueden presentar matices púrpuras o rosados.

Sumérgete en la esencia cósmica con nuestro collar de plata 925, bellamente adornado con una piedra de Moldavita en el centro. Cada pieza de esta joya es una fusión armoniosa entre la elegancia de la plata esterlina de alta calidad y la energía cautivadora de la Moldavita, una gema nacida del impacto meteorítico.

La Moldavita, de un verde profundo y misterioso, se encuentra en el corazón de este collar, aportando una conexión espiritual y un toque de singularidad a tu estilo. Cada piedra de Moldavita es única, otorgando a tu collar una belleza natural y características distintivas.

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La Iolita, tambien llamada cordierita (mineralogía) posee un efecto óptico que, dependiendo por donde le incide la luz, tiene un color violeta o verdoso. Se  nota en algunos cortes más que otros. El mejor color es un hermoso azul violeta que es distinto de otras piedras preciosas. 

La moldavita se encuentra principalmente en la región de Bohemia, en la República Checa, aunque también se han descubierto depósitos en áreas cercanas de Alemania y Austria. Se cree que se formó hace aproximadamente 15 millones de años, cuando un meteorito impactó con gran fuerza en la Tierra, fundiendo los minerales y el suelo circundante. El material fundido se dispersó en la atmósfera y se enfrió rápidamente antes de caer de nuevo a la superficie como moldavita.