Estos aretes en forma de quetzal, cuidadosamente elaborado en bronce, son una obra maestra que combina la majestuosidad del quetzal. Inspirado en el emblemático ave de Costa Rica, el diseño captura la esencia y la gracia del quetzal, con sus largas plumas y sus detalles minuciosos.

El cuerpo del quetzal, realizado en bronce, destacado por su calidez y su textura rica. Cada pluma está meticulosamente detallada, reflejando la artesanía excepcional y el realismo cautivador. El acabado en bronce añade un toque de sofisticación y elegancia clásica, mientras que el cierre y el palito están hechos en plata 925 proporciona una durabilidad y comodidad.

Este pendiente de plata de ley 925, bellamente esculpido, es una verdadera obra de arte inspirada en el quetzal, un ave emblemática de América Central. La plata esterlina, con su pureza del 92,5%, ofrece un brillo y una durabilidad excepcionales, resaltando cada detalle de este diseño refinado.

El quetzal, símbolo de libertad y belleza, se representa con sus largas plumas, capturando la esencia de su elegancia y gracia. Cada detalle delicadamente grabadas revelan una habilidad artesanal notable, con cada línea y curva trabajadas cuidadosamente para reflejar la luz de manera cautivadora.

Descubre la elegancia y sofisticación de nuestros pendientes en forma de corazón, cuidadosamente elaborados en plata 925 de alta calidad. Cada par está adornado con una magnífica concha paua en el centro, añadiendo un toque único e iridiscente a tu estilo.

La plata 925, conocida por su durabilidad y brillo, garantiza que estos pendientes serán una adición preciosa y duradera a tu colección de joyas. El diseño en forma de corazón simboliza el amor y la pasión, mientras que la concha paua, con sus reflejos cambiantes de azul, verde y violeta, ofrece una belleza natural y cautivadora a cada pieza.

La amonita Cleoniceras besaiei de Madagascar es una especie de fósil de cefalópodo que pertenecía a la familia de los Hoplitidae y fue reclasificado en la familia de los Parahoplitidae en 2009. Este molusco prehistórico vivía en los mares poco profundos de la época del Cretácico. Este cefalópodo tenía una concha en forma de espiral con cámaras internas, que le permitían controlar su flotabilidad y moverse en el agua. Eran animales marinos y se desplazaban por el agua usando sus tentáculos para nadar.

La turmalina negra, también conocida como schorl, es una variedad de turmalina que se caracteriza por su color negro intenso. Es un mineral silicato que pertenece al grupo de los ciclosilicatos y su fórmula química es (Na,Ca)(Fe,Al,Li,Mg)3Al6(BO3)3Si6O18(OH)4.

La turmalina negra cristaliza en el sistema trigonal y se presenta en cristales prismáticos largos, a menudo estriados verticalmente. Es relativamente dura, con una dureza de 7 a 7.5 en la escala de Mohs, lo que la hace adecuada para su uso en joyería y como piedra preciosa.

La esmeralda es una variedad preciosa de berilo, un mineral compuesto principalmente de silicato de aluminio y berilio. Su característico color verde se debe a la presencia de pequeñas cantidades de óxidos de cromo y a veces vanadio en su estructura cristalina. El tono de la esmeralda puede variar desde verde claro hasta verde profundo, dependiendo de la cantidad y distribución de estas impurezas.

El cuarzo ahumado, variedad de cuarzo, debe su color a impurezas como aluminio e hierro. Se forma en ambientes de baja temperatura y presión, expuesto a radiación y agua subterránea. Duro y translúcido, tiene diversas aplicaciones, desde joyería hasta tecnología.

La amatista es la variedad púrpura de la familia del Cuarzo. Es su variedad de gemas más famosa y valiosa. El cuarzo también contiene otras piedras semipreciosas como el Citrino (amarillo), Cuarzo rosado (rosa) y el Cuarzo ahumado (cafe). El color de la amatista es más a menudo causado por impurezas de hierro.

El ónix es una variedad de ágata de color oscuro, con tono en este caso verde. Está compuesto por sílice y tiene origen volcánico. El ónix se forma en deposiciones de sílice a bajas temperaturas, al filtrarse agua rica en sílice por las grietas de otras rocas. El color de este ónix se parece mucho al verde de una esmeralda de alta calidad.

Embárcate en un viaje cósmico con nuestro collar de plata 925, adornado con un fragmento de meteorito de Muonionalusta. Cada pieza de este collar encarna la fascinante unión entre la plata esterlina de alta calidad y el misterio celestial del meteorito, creando una joya que trasciende las fronteras terrestres.

El meteorito de Muonionalusta, con millones de años de antigüedad y descubierto en Suecia, aporta un toque cósmico a esta creación. Las características distintivas del meteorito, con sus únicos patrones de Widmanstätten, cuentan la cautivadora historia de su viaje a través del espacio.

Sumérgete en la esencia de la naturaleza con nuestros pendientes de plata 925, delicadamente moldeados en forma de árbol redondo y realzados con trozos de madreperla en la parte posterior. Cada par encarna la unión perfecta entre la plata esterlina de alta calidad y la esplendorosa naturalidad de la madreperla, creando joyas que evocan la belleza orgánica del bosque y la serenidad del océano.

Los árboles, símbolos de vida y conexión con la Tierra, cobran vida en cada detalle de estos pendientes. Los trozos de madreperla en la parte posterior añaden una pizca de gracia marina, con sus irisaciones suaves y sus reflejos brillantes.

Sumérgete en la naturaleza con nuestros pendientes de plata 925, delicadamente moldeados en forma de árbol redondo, adornados con trozos de Paua en la parte posterior. Cada par encarna la unión perfecta entre la plata esterlina de alta calidad y la belleza iridiscente de la concha Paua, creando joyas que capturan el espíritu del bosque y el resplandor místico del océano.

Los árboles, simbolizando la vida y el crecimiento, cobran vida en cada detalle de estos pendientes. Los trozos de Paua en la parte posterior añaden un toque de magia marina, con sus tonalidades cambiantes y sus reflejos brillantes.

Sumérgete en la esencia cósmica con nuestro collar de plata 925, bellamente adornado con una piedra de Moldavita en el centro. Cada pieza de esta joya es una fusión armoniosa entre la elegancia de la plata esterlina de alta calidad y la energía cautivadora de la Moldavita, una gema nacida del impacto meteorítico.

La Moldavita, de un verde profundo y misterioso, se encuentra en el corazón de este collar, aportando una conexión espiritual y un toque de singularidad a tu estilo. Cada piedra de Moldavita es única, otorgando a tu collar una belleza natural y características distintivas.

Sumérgete en la esencia cósmica con nuestro collar de plata 925, bellamente adornado con una piedra de Moldavita en el centro. Cada pieza de esta joya es una fusión armoniosa entre la elegancia de la plata esterlina de alta calidad y la energía cautivadora de la Moldavita, una gema nacida del impacto meteorítico.

La Moldavita, de un verde profundo y misterioso, se encuentra en el corazón de este collar, aportando una conexión espiritual y un toque de singularidad a tu estilo. Cada piedra de Moldavita es única, otorgando a tu collar una belleza natural y características distintivas.

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Lo más llamativo y cotizado de la piedra labradorita es su color, es así, que algunos especímenes de este mineral suelen presentar fuerte iridiscencia, que hace que se presente en colores variados entre azul, verde, rojo, naranja, e incluso amarillo.

Es un mineral raro, de formación secundaria y se encuentra principalmente en regiones desérticas. La turquesa se encuentra entre las primeras gemas en ser extraída, y aunque muchos sitios históricos han sido mermados, algunos se encuentran en funcionamiento hasta la actualidad. Estos son todos a pequeña escala, generalmente operan temporalmente debido a la lejanía de los yacimientos entre otras razones.

El brillo de la turquesa es ceroso a casi vítreo, y generalmente es opaca. El color es tan variable como el resto de sus propiedades, abarcando desde el blanco hasta el azul oscuro y el azul cielo, y desde el azul-verdoso hasta el verde-amarillento. El color azul es atribuido a cobre, mientras que el verde puede ser el resultado de impurezas de hierro o la deshidratación.